martes, 8 de julio de 2014

REFUGIOS DE EMERGENCIA PARA SITUACIONES CRÍTICAS

El consumo construye nuestro mundo, gobierna los flujos financieros y regula los mercados, en una red que vincula los intereses de unos países con otros, oprimiendo economías y creando deudas monetarias para la subsistencia en un sistema que nos parece arbitrario cuando nos vemos contaminados por su toxicidad y que por el contrario, nos ofrece el placer de lo superfluo cuando nuestro ecosistema económico experimenta bonanza.

El desequilibrio que experimentan las economías mundiales lleva a situaciones o formas de vida que surgen fruto de la imposibilidad del acceso o la carencia de recursos para satisfacer las necesidades básicas humanas, entre las que destacan el proceso mundial de habitabilidad. En la disertación que hace Felipe Colavidas, el cambio climático no es el primer problema mundial al que nos enfrentamos ahora, sino la pobreza, que afecta a algo más del 40% de la humanidad, que presenta manifiestas precariedades materiales para poder reproducirse cotidianamente con salud en unas condiciones elementales de habitabilidad. Este déficit se agrava con el crecimiento demográfico actual, de unos 76 millones de personas por año, más del 95% en países en vías de desarrollo, junto a una baja tasa de mortalidad. Félix Guattari, analiza como la segregación social se afirma bajo una especie de encerramiento en guetos, incluso en algunos países del tercer mundo, se asignan zonas de residencia para una población a la cual se le prohíbe traspasar sus fronteras, y que equivaldrían a los campos de concentración. 

Dudley Seers, economista británico especializado en la economía del desarrollo, nos dejó constancia de un argumento trasladable a cualquier colectivo profesional, ‘la economía dominante, enseñada en las universidades, se construye a partir de fenómenos observados en los países desarrollados, que son el caso particular y en consecuencia, es inaplicable al caso general, el de los países subdesarrollados’. Para el colectivo de los arquitectos, la arquitectura que se enseña en las escuelas constituye el caso particular, el de las minorías, conformado a partir de fenómenos observados en los países desarrollados. Siguiendo el criterio de Seers, resulta inaplicable al caso general para paliar las soluciones habitacionales de los países en vías de desarrollo, que son la mayoría.

Es necesario que afloren nuevas sensibilidades hacia un cierto compromiso profesional ante la escasez de vivienda. Afrontar los problemas de hábitat de estos colectivos pasa por construir miradas y estrategias complejas, transdisciplinares y transectoriales. Es decir, no sólo entre campos de conocimiento sino entre los actores implicados en la gestión del hábitat. En palabras de Víctor Saúl Pelli, ‘el proceso, con criterios de participación y de respeto, no sometimiento, del punto de vista del receptor y de los otros actores, que no es carencia de exclusión’. El destinatario se sitúa como sujeto del cambio y no como objeto o mero beneficiario, sintiéndose identificado con el producto final. Además, ubicar la toma de decisiones en procesos de acuerdo colectivo permite construir el conocimiento de una forma más exhaustiva y compleja, hay ideas que solamente surgen de la interacción entre sujetos.

El testigo de la responsabilidad social del arquitecto ha sido recogido por otros arquitectos contemporáneos, como es el caso de Shigeru Ban. Un arquitecto que ha demostrado un interés por ofrecer soluciones al problema habitacional y de emergencia en el Tercer Mundo. El propio arquitecto explica sus intereses: ‘Incluso en áreas azotadas por desastres naturales, como arquitecto quiero crear edificios bellos. Aspiro a emocionar a la gente y mejorar sus vidas. Sin esta intención no sería posible crear arquitectura con contenido y hacer un servicio a la sociedad al mismo tiempo’.

Evidentemente no es el único y son muchos los profesionales que cada día trabajan para mejorar las condiciones de habitabilidad de los afectados en situaciones de emergencia como consecuencia de catástrofes naturales.

En todos los casos tocará reconstruir, pero mientras tanto la gente necesita un cobijo por mínimo que sea. En el mejor de los casos para un corto periodo, pero desgraciadamente son situaciones que a veces se alargan demasiado. Es curioso que precisamente para evitar que esto suceda, que una solución para salir del paso se convierta en permanente, no convenga que esos refugios de emergencia sean demasiado sofisticados. Para que todos, desde quienes van a vivir en ellos hasta las autoridades políticas que corresponda, vean en ellos una solución provisonal a la que hay que poner fin cuanto antes. Difícil equilibrio.

A continuación 5 ejemplos de refugios de emergencia, que responden a distintas situaciones, que podéis ver en cosas de arquitectos:


Lo solución que primero se nos ocurriría a cualquiera, y una de las más utilizadas, es la típica tienda de campaña con mayor o menor tamaño. Y de hecho es una de las más utilizadas. La propuesta de CMax System para este tipo de emergencias podríamos considerarla una evolución del tipo, algo a medio camino entre una roulotte y una tienda. - See more at: http://www.cosasdearquitectos.com/2014/07/5-refugios-de-emergencia-para-situaciones-criticas/#sthash.yB5CbhPj.dpuf
Lo solución que primero se nos ocurriría a cualquiera, y una de las más utilizadas, es la típica tienda de campaña con mayor o menor tamaño. Y de hecho es una de las más utilizadas. La propuesta de CMax System para este tipo de emergencias podríamos considerarla una evolución del tipo, algo a medio camino entre una roulotte y una tienda. 

 
Con capacidad para 10 personas, se monta entre dos de forma sencilla, no se necesita ningún tipo de conocimiento previo y en poquísimo tiempo, unos 11 minutos. Su suelo es rígido y se aisla del terreno gracias a unas patas telescópicas que además le permiten mantener la horizontalidad adaptándose a todo tipo de irregularidades.


Plegado se apila fácilmente lo que favorece su almacenamiento y transporte. Además es reutilizable.

 
Un campamento de refugiados debe contar con espacios capaces de albergar usos distintos a los propios de una familia. Se necesitará un hospital o enfermería, comedores, zonas de trabajo administrativo, espacios comunales, etc. La siguiente solución se adecúa a este tipo de exigencias.


Los Concrete Canvas Shelter son refugios de emergencia que consisten básicamente en una lona un tanto especial a la que sólo tendremos que añadir aire y agua, y nos proporcionará un espacio de 25 o 50 m2 según modelo. Además, se pueden acoplar unos a otros para lograr superficies mayores compartimentadas.

La lona está impregnada de cemento y cuenta con una capa superficial de pvc que quedará por el interior. Una vez preparado el terreno se despliega la lona que viene empaquetada dentro de una bolsa para facilitar su transporte. Mediante un ventilador electrico que ellos mismos proporcionan se procede a su inflado, y después se fija mediante unas piezas que presionan sus características costuras rigidizadoras al suelo. Por último se riega hidratando su superficie hasta saturarla. Cualquier agua sirve, incluso la de lluvia. 24 horas después se recorta la lona que queda tras las puertas y ya tendremos el refugio operativo al 100%. El montaje dura aproximadamente una hora y está pensado para que lo realicen dos personas. 

 
¿Qué pasa cuando la ayuda exterior no llega o tarda demasiado? ReciproBoo se presenta a sí misma como: sencilla, resistente, eficiente y adaptable. A lo que habría que añadir muy económica.


La ReciproBoo es en realidad una solución de estructura de cubierta que llama la atención por su economía de materiales y facilidad de montaje. Basta con ver una imagen para entenderla perfectamente, y traernos a la memoria los forjados de Serlio.

 
Es con diferencia el más provisional de los ejemplos que he escogido, pero una fantástica solución para salir del paso cuando los recursos son inexistentes. 


 
Los dos primeros ejemplos tienen de bueno su rapidez y facilidad de montaje. Pero son algo ‘regalado’. Ese estar viviendo de prestado no ayuda psicológicamente a las víctimas. Participar en la construcción del refugio donde se va a vivir proporciona una sensación de utilidad, de estar solucionando el problema en primera persona, de empoderamiento del proyecto que a la postre resulta tan beneficioso como el propio cobijo.


Los Emergency Sandbag Shelter son refugios construidos a base de largas bolsas rellenas de tierras que se superponen formando hiladas previa compactación, con alambre de espino entre capa y capa. El Instituto Cal-Earth proporciona manuales en distintos idiomas para su descarga.


 
No existe una solución única. Se trata de un sistema constructivo en el que cada familia deberá definir la forma y tamaño de su habitáculo, la disposición de puertas y ventanas, etc. Lo más importante, lo construirán ellos mismos con la ayuda de algún técnico que vigile la correcta ejecución de la obra y resuelva problemas puntuales. 

 
En 1987 se vivió una situación de emergencia a los pies de mi casa. Y es que estas catástrofes no son exclusivas de países subdesarrollados, que se lo digan a los habitantes de Nueva Orleáns. En aquella ocasión un barco cargado de productos químicos inflamables y tóxicos embarrancó en Finisterre. Varios miles de personas del propio Finisterre, de Cee y de Corcubión tuvieron que ser evacuadas y muchas vinieron a Coruña. Algunos se alojaron en viviendas cedidas para la ocasión por gente anónima, pero la gran mayoría pasaron varios días en centros polideportivos.


Ésta también es una situación típica, utilizar grandes espacios donde la gente pasa las horas sobre una colchoneta. Cuando la situación se alarga la falta de intimidad suele convertirse en un problema.

 
Softshelter responde a este tipo de escenarios. Un sistema flexible de compartimentación en cubículos capaz de aislar a unas personas de otras. Se trata de paneles autoportantes que se pliegan y estiran como si de un fuelle se tratase, adaptándose a la configuración deseada. Se le pueden incluir pequeñas instalaciones como corriente eléctrica, y permiten acoplarle pequeños accesorios como colgadores, lámparas o carteles indicativos.

Otros refugios de emergencia


Por suerte, cada vez se investiga más en este campo y aparecen nuevas propuestas. En la web del proyecto dHabitat, en el cual partipo, se recopilan bastantes más ejemplos de refugios de emergencia. También podéis ver esta vivienda desplegable de la que hablamos hace tiempo o la Alligator House, una casa utilizada para los refugiados del Katrina.

Para más información ir a cosas de arquitectos >
En 1987 se vivió una situación de emergencia a los pies de mi casa. Y es que estas catástrofes no son exclusivas de países subdesarrollados, que se lo digan a los habitantes de Nueva Orleáns. En aquella ocasión un barco cargado de productos químicos inflamables y tóxicos embarrancó en Finisterre. Varios miles de personas del propio Finisterre, de Cee y de Corcubión tuvieron que ser evacuadas y muchas vinieron a Coruña. Algunos se alojaron en viviendas cedidas para la ocasión por gente anónima, pero la gran mayoría pasaron varios días en centros polideportivos.
Ésta también es una situación típica, utilizar grandes espacios donde la gente pasa las horas sobre una colchoneta. Cuando la situación se alarga la falta de intimidad suele convertirse en un problema.
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Lo solución que primero se nos ocurriría a cualquiera, y una de las más utilizadas, es la típica tienda de campaña con mayor o menor tamaño. Y de hecho es una de las más utilizadas. La propuesta de CMax System para este tipo de emergencias podríamos considerarla una evolución del tipo, algo a medio camino entre una roulotte y una tienda. - See more at: http://www.cosasdearquitectos.com/2014/07/5-refugios-de-emergencia-para-situaciones-criticas/#sthash.yB5CbhPj.dpuf
En todos los casos tocará reconstruir, pero mientras tanto la gente necesita un cobijo por mínimo que sea. En el mejor de los casos para un corto periodo, pero desgraciadamente son situaciones que a veces se alargan demasiado. Es curioso que precisamente para evitar que esto suceda, que una solución para salir del paso se convierta en permanente, no convenga que esos refugios de emergencia sean demasiado sofisticados. Para que todos, desde quienes van a vivir en ellos hasta las autoridades políticas que corresponda, vean en ellos una solución provisonal a la que hay que poner fin cuanto antes. Difícil equilibrio.
A continuación 5 ejemplos de refugios de emergencia que responden a distintas situaciones.
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En todos los casos tocará reconstruir, pero mientras tanto la gente necesita un cobijo por mínimo que sea. En el mejor de los casos para un corto periodo, pero desgraciadamente son situaciones que a veces se alargan demasiado. Es curioso que precisamente para evitar que esto suceda, que una solución para salir del paso se convierta en permanente, no convenga que esos refugios de emergencia sean demasiado sofisticados. Para que todos, desde quienes van a vivir en ellos hasta las autoridades políticas que corresponda, vean en ellos una solución provisonal a la que hay que poner fin cuanto antes. Difícil equilibrio.
A continuación 5 ejemplos de refugios de emergencia que responden a distintas situaciones.
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